La prevención de riesgos laborales no está comprendida sólo de los equipos de protección individual y de las medidas colectivas, sino que también se puede actuar en prevención de riesgos laborales desde otras perspectivas. En este caso, la formación de los trabajadores es esencial para que ellos conozcan los riesgos existentes en la empresa en general y en su puesto de trabajo en particular.
Por desgracia, no siempre se realiza una adecuada formación en materia de prevención a los trabajadores, a pesar de ser una obligación por el empresario y por tanto un derecho para el trabajador (artículo 19 LPRL). Hemos de incidir que la prevención debe ser tanto teórica como práctica, cosa que no siempre suele suceder.
Los accidentes no suelen avisar, son hechos imprevisibles, aunque sí se pueden evitar. Queda en la mano de los empresarios y de los trabajadores trabajar unidos para evitar que se produzcan más lesiones laborales y otras consecuencias nada deseables por parte de todos.
Es igual de reseñable la prevención en materia de enfermedades profesionales. Son enfermedades que se producen de una forma lenta y paulatina, por lo que la única manera de conocer las posibles consecuencias es realizar controles periódicos de la salud de los trabajadores. Este chequeo es voluntario, aunque en determinados casos, se torna obligatorio, como por ejemplo que haya riesgo para la salud del propio trabajador o de sus compañeros.
Trabajemos en prevención.
Un saludo.
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