domingo, 19 de mayo de 2013

Sin empleo

Se publicó el 17 de mayo un breve artículo en el periódico Expansión sobre la pérdida de trabajo y las posibles consecuencias. Lo que se menciona en él es cierto, aunque añadiría unos matices: es cierto que cuando una persona está en casa, puede caer en la frustración y perder la autoestima. Creo que esta parte es fundamental mantenerla a raya, porque es muy fácil caer y no poder levantarse. ¿Que contamos con ocho horas más? pues sí, pero esas horas se pueden convertir en nuestro peor enemigo. Lo principal es ocupar ese tiempo con algo, sea lo que sea: buscar trabajo, formarse, leer o viajar. En fin, que el diablo te encuentre ocupado.

Quizá una de las peores consecuencias es la sensación de encontrarse perdido: acabas de terminar una relación laboral que te ha costado alcanzar y miras el curriculum y ves que está enfocado hacia una dirección y que esa puerta cada vez está más cerrada. Quizá haya llegado el momento de reconducir la formación y la experiencia profesional hacia otro camino. Problema: la edad es un arma de doble filo en estos casos. En la situación tan grave de desempleo que estamos viviendo, hay mucha gente con mucha experiencia y mucha formación: la competencia es muy buena.

Siempre que nos quedan otras salidas: la movilidad hacia el exterior (emigrar, como se ha dicho siempre) o emprender, tan de moda.

En fin, que es algo compleja la situación del desempleado y la recolocación en estos tiempos es harto complicada.

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